Eskişehir, Ciudad Jardín

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Cuando llegué a Eskisehir algo ya no era como esperaba. Como buen ser humano del siglo 21, fui a buscar un enchufe a la terminal de trenes a la que llegué para cargar el teléfono. Porque la vida sin teléfono no es vida. El salón de la terminal no era nada del otro mundo, pero lo raro fue que en cuestión de 10 minutos pasaron dos limpiadores aparentemente muy preocupados por la limpieza del lugar.

Quien haya pisado Turquía, especialmente en verano que los olores son más difícil de controlar, sabe que la higiene no es la mayor preocupación de los turcos. Tanto a nivel personal como colectivo. De hecho es sorprendente cómo hacen grandes edificios y urbanizaciones millonarias que después, de mantenimiento, presupuesto cero.

Lo contrario sucede en Eskisehir. Si bien lo de turcos difícil sacárselo, las calles y parques están cuidados por un escuadrón enorme de jardineros y limpiadores que están siempre al ataque con su chalequito fluorescente. Las flores están por todos lados y los parques tienen un pastito digno de fondo de pantalla de Windows XP

Los parques, especialmente los parques, son hermosos y tienen de todo. Todos los parquecitos están cuidados, y tienen un montón de tiendas, juegos, árboles, restoranes, lagos y laguitos, patos, tortugas y certificados ISO Park 9001. El Kent Parkı (Parque de la ciudad), incluso hasta tiene una playa artificial, que no la pude ver en funcionamiento porque los amigos del susodicho escuadrón la estaban arreglando. Punto para las playas naturales.

La ciudad está atravesada por el río Porsuk y con él hicieron un canal, que pasa porel centro y tiene varios puentes pintorescos que unen ambos lados de Eskişehir. A veces las decoraciones tienen exceso de doradito, porque el doradito de París es uno de los virus visuales que los franceses esparcieron por el mundo activa y pasivamente, pero el canal le da un toque Europeo a una ciudad que es claramente más cuidada y elegante que sus coterráneas.

Por suerte no econtré a los gondoleros venecianos que anunciaba el folleto de la municipalidad. Eso sí que ya sería una waldisneylandización innecesaria y de mal gusto. Pero se ve que el capitalismo hizo su trabajo como corresponde y despidieron a los pobres gondoleros

Otro de los lugares cuidados y lindos de la ciudad es el casco antiguo, donde hay un barrio entero de casas restauradas de todos colores. De hecho, «Eskişehir» quiere decir en Turco «Ciudad antigua», vaya uno a saber por qué, pero ese barrio es la prueba de que es realmente antigua

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Barrio antiguo de Odunpazarı.

Otra cosa que no acompaña a lo que sucede en el resto de Turquía es que la ciudad tiene una urbanización. Bueno, las manzanas siguen sin ser cuadradas, pero al menos tiene una lógica, y el plano no fue hecho por un señor jugando con un micado a hacer calles sobre un mapa. Tal vez el río y el hecho de que la ciudad es plana ayude en ese sentido

Además, también ayuda a las bicis, que son bastante utilizadas y hay hasta bicisendas. Algo de agradecer en un país que cuando andás en bici te dicen: «¿Para qué andás en bicicleta? Entorpecés a los autos». La ciudad también tiene tram, pero no es tan grande así que como no tuve apuro ni necesidad, la recorrí a pata

El tipito que me hospedó por Couchsurfing, además de mostrarme un mensaje que me mandó a través de él un uruguayo al que hspedó un tiempo atrás -en el que me advertía de las destrezas culinarias de la madre y las costumbres higiénicas de la familia, entre otros temas en los que se incluía su hermana-, me dio un dato que explica bastante la ciudad: el gobernador es un escultor. En una época gobernada por burócratas, politólogos y empresarios, ver una ciudad en que gobierna el arte da gusto.