Cuando llegué a Potsdam no tenía ni idea. En realidad fui porque no encontraba un couchsurfer que me alojara dentro de Berlín, peor al final descubrí que tuve la suerte de caer ahí.

Potsdam es una ciudad que queda a menos de 30 kilómetros de Berlín y que se puede llegar con las líneas de tren metropolitanas, por lo que no implica un costo extra ni nada por el estilo. Así que por ahí empezamos bien, y los couchsurferos que me recibieron también eran buena onda. Encima el día que llegué me enteré que había un concierto gratis de Santana, y obvio que me sumé.

Pero lo que distingue a esta ciudad son sus edificios antiguos pero, sobre todo, sus parques. Y por «sus parques» me refiero al más grande y bello que tiene la ciudad: el Parque Sanssoci, que tiene ese nombre por el Palacio Sanssoci que está ubicado en su predio.

El parque es enoooooorme y tiene diferentes tipos de edificios antiguos y jardines. Fue hecho en el siglo 18 e inspirado en el Palacio de Versalles, por lo que sus jardines también son bastante cuidados y rimbombantes. A diferencia del de Versalles, que lo vi en invierno (es decir, no lo vi), al de Sanssoci lo vi en verano y es increíble todas las plantitas cortaditas, con flores y con formas geométricas.

En el predio hay varios palacios y edificios, la gran mayoría de ellos sin uso o en restauración, que tienen un montón de estatuitas y doraditos por todos lados, como a los reyes le gusta. Lo bueno es que como es un parque, la entrada es gratuita y hay bastante para patear y conocer.

Acá dejo algunas fotos que tomé con el celular. Así que desde ya las disculpas por las molestias oculares causadas.