Me siento estafado
Me siento estafado. No por los tres flacos que me robaron a punta de pistola. Me siento estafado por la sociedad, y un poco culpable también, de que lo único que hemos hecho los uruguayos con la delincuencia es quejarnos y, de a poco, acostumbrarnos a ella. Porque cuando me robaron, el último sentimiento que tuve fue de sorpresa.