Grafiti de la bandera de Estados Unidos en Berlín.

Estados Unidos es el país que más contaminación genera, puntea en índice de suicidios per cápita, desechos radiactivos, alimentos desperdiciados, sedentarismo y obesidad. En la vía del desarrollo, los países solucionan muchos de sus problemas pero a su vez encuentran nuevos problemas inexistentes hasta ese momento. Estados Unidos, como pionero en esa vía al desarrollo, es el líder, y viajando se nota.

Hay americanos muy inteligentes y es una cultura muy rica. Pero en esa abundancia, generan personas con el poder económico de viajar por el mundo pero sin la capacidad de comprenderlo. De entender que Estados Unidos no es el mundo, que las costumbres, las lenguas, los modales, las traducciones, los grupos sociales, cambian. Y que la vida no es MTV.

Mientras escribo esto viejo en un bus de la noche de Amsterdam a Berlin y no puedo dormir porque un grupo de adolescentes americanos, de aproximados treinta años, con remeras de su universidad y gorrito skater, están jugando a las cartas mientras comen papitas y el resto del bus tolera su eterna inmadurez.

En Amsterdam, también, me encontré con otro grupo de esta especie de mamíferos caminando por las calles. Me pararon para preguntarme, un poco avergonzados pero como para no quedarse con las ganas, dónde quedaba el barrio rojo de Amsterdam. Cuando le dije que quedaba en el centro se rieron como Beavis and Butthead. El sueño americano de ir a Amsterdam a coger.

En los tures el yanqui idiota es una fija. Recuerdo en Sofía, Bulgaria, que hice un tour en que había uno especialmente pesado. En una de las paradas, lo tuvimos que esperar como quince minutos porque había desaparecido para ir a comprar cerveza.

Las ventajas de tenerlos de viaje, al menos, son dos. la primera es que existe la esperanza de que descubran algo y salgan de su nube de pedos. Y la segunda, que estando afuera de los Estados Unidos al menos no votan por Donald Trump.