
La porción de francesinha con fritas
El título pedófilo al mejor estilo Rial viene de una comida típica atrae-turistas del norte de Portugal que se llama «Francesinha». Como no podía ser de otra manera, metí una en Porto. Le di una cerveza a la francesinha, la toquetié toda, la chuponié y después me la comí.
La francesinha es un sánguche relleno de todos los fiambres habidos y por haber, cubierto por queso y una salsa especial, y se acompaña con papas fritas. De imagen no es tan atractivo (de hecho parece un postre, porque en realidad se ve un cubo amarillo en relieve) pero de sabor es como un gran sándwich o una buena hamburguesa al pan sin hamburguesa y con mucho fiambre.
Los carteles de francesinhas están por todo Porto y, dicen los locales, ahí se pueden comer las mejores. En mi caso, luego de una ardua investigación llegué a un sitio web que está en busca de la mejor francesinha del mundo: www.projectofrancesinha.com. Entonces tomé su consejo y no fui a la mejor porque me quedaba lejos y fui a Cervejaria Galiza, los Cebollitas del concurso con el segundo puesto.
La francesinha no defraudó. A pesar de que no era tan barato como en otros lados, que la ofrecían a 6,5€ con bebida y café, la calidad lo ameritaba. La porción era bastante grande, con fritas, y me pedí un fino (vaso de cerveza) para acompañar. Como soy pobre y ávaro, al principio dudé si pedirla, pero luego agradecí, porque a francesinha é picante irmão. En total pagué 9,75€ todo. Para un almuerzo es caro, pero para una buena francesinha es lo correcto.

Así es las francesinha diseccionada.
Lo que más me llamó la atención de la francesinha es que es bastante picante. La salsa es picante y a los fiambres tipo mortadela o salame le dejan los puntos de pimienta. Si bien no tengo problemas con los picantes y me gustan, la cerveza fue vital para apagar el fuego entre bocado y bocado. Yo pedí la francesinha tradicional y no la de bife que me ofrecían porque soy un minimalista gastronómico y quería probar la original. Pero tal vez la de bife no sea tan picante.
La salsa, además de picante, es como una mezcla de salsa de tomate con moztaza y cerveza. Original y rica. Incluso con las papas fritas quedaba bien.
En cuanto al relleno en sí del sánguche, es básicamente todos los embutidos que uno puede imaginar: jamón, paleta, mortadela, salame y alguno más. Pueden ver en la foto más o menos como es el relleno. Además, el cubierto de queso le da un toque original.
En sí, la francesinha no es nada del otro mundo. Incluso imagino que de cocinar no debe ser complicado y con un par de Bimbos y todo el fiambre que tengan a la vuelta les va a quedar, pero si vienen a Porto, no hay más remedio que probarlo.
Jajajajaja! Vaya con el estilo Rial, parece ser que ese estilo está en todas partes! Parece sabroso el plato! Me lo pido en Porto. Jejeje!
Me gustaLe gusta a 1 persona