
El tarator es la sopa más típica de Bulgaria. Hecha con yogur, pepino y ajo. En Turquía también existe la misma sopa con distinto nombre pero, como es de esperar, no es tan rica.
De los países balcánicos volví un poco encantado y otro poco encantado. ¿Cómo puede ser que si en todos los países de la región el yogur es tan rico y tan barato, en Turquía, también un país balcánico, no es ni tan rico ni tan barato?
A, principio no le di mucha bola. En Turquía se pasan comiendo yogur y tienen sus sopas de yogur y la mar en coche, pero el yogur no es nada del otro mundo. Cuando fui a Bulgaria veía yogur en todos lados, pero no me llamó la atención. Hasta que hice un tour gastronómico.
Nos empezaron a hablar en la introducción que en Bulgaria todo el mundo toma yogur y tiene siempre en la heladera. «Sí, en Turquía también», pensé. Ingenuo yo. La primera comida que nos dieron a probar en el tour: sopa de yogur, pepino y ajo. «Ja, ya conozco esto», pensé. Tarado yo.
La sopa de yogur fue la primera y después vinieron más. Comidas que existen en Turquía pero que en los Balcanes son mucho más ricas por una simple razón: el yogur es 27.376 veces más rico (estimaciones no oficiales).
Cuando descubrí eso, fui al supermercado. El yogur estaba a 0,5€ los 400gr. Compré el más barato, porque lo sibarita no quita lo tacaño. Estaba delicioso. Compré otro. Igual. Me siento estafado. Los turcos están rodeados del mejor yogur del mundo pero el de ellos es una porquería.
Tanto en Bulgaria y Serbia como en Macedonia probé yogures deliciosos de supermercado. Solitos. Y con burek, una especie de masa hojaldrada con queso o espinaca que se come de desayuno, es la combinación perfecta. Exijo una explicación al gobierno de Turquía.